Digo tu nombre con todo el silencio de la noche, lo grita mi corazón amordazado.

«Una vez que has entregado el alma, lo demás sigue con absoluta certeza, incluso en pleno caos»

Bieni, bieni, bien. Hora del collage.

Porque por si no lo sabes, Rayuela es un collage.

Yo no salgo de mi casa.

Escribo lo que mis labios no quieren pronunciar, tu nombre se escribe tal como mi corazón lo pronuncia, a gritos. Naces en mi boca, a partir de las dudas, entre titubeos hago esfuerzos para pronunciar tu nombre, cuando estás en la punta de mi lengua siento la dulzura de tu nombre, su extraña belleza. No sé dónde estás, entretanto escribo sobre tu inevitable ausencia. Porque te extraño, esbozo con dulces palabras un boceto de tu rostro para no olvidarme de ti, cómo no pronunciarte, si todo lo encierras en tu nombre. Extraño, por sobre todo, los abrazos que hacían que el mundo desaparezca en un eterno instante, aquellas caminatas nocturnas mientras contábamos baldosas,... Una misma elige los instrumentos con los que se va a torturar, muchos eligen baladas de un ayer que se perdió, otros ven películas que te exprimen hasta la última lágrima. Yo no. Yo he elegido tu nombre.

elijo el poema como creador por excelencia de las nostalgias que infectan a mi solitaria alma.

However, I will love you endlessly.